Por: Blanca Gonzales
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(Foto: CNN Español) |
Hace 14 meses que Castillo asumió el cargo a la presidencia y desde ahí ha mostrado cierto desprecio a los periodistas y medios de comunicación que buscan la rendición de cuentas y de las decisiones desacertadas tomadas por el mandatario. En reiteras ocasiones ha descartado el acceso a entrevistas y ha prohibido el ingreso de periodistas a conferencias y eventos. Asimismo, ha calificado prácticamente a los medios de “inservibles” porque tienen “su propia agenda” y esta no lleva ni una pisca de verdad.
¿Qué está pasando?, tal parece que Castillo tiene un odio profundo a la prensa. ¿Por qué será?, tal vez porque tiene miedo que le tumben su circo de “buen presidente” y le destapen su cajita de artimañas y perversión. La verdad aquí es que el presidente ha tomado una mala decisión al rechazar a los periodistas y medios de comunicación que, bien sabe, es la única fuente que mantiene informados a los ciudadanos sobre su gestión en el gobierno y las repercusiones que tenga ello en la nación.
La agresión hacia la libertad de expresión supone entonces una gran amenaza para el periodismo y para la sociedad que se verá envuelta en cortinas de humo y se mostrará renuente e ignorante a temas tan sustanciales como la corrupción. Es claro la cruda realidad que nos atormenta, las crisis políticas, económicas, sociales, son muestras del mal gobierno que tenemos y la exclusión de la prensa demuestra que Castillo es tal vez la persona más incapacitada para llevar las riendas del país hacerles frente a las diversas problemáticas que han dado luz en estos últimos años.